ALPUJARRA 1

MOTRIL Y UGÍJAR

 

Durante casi una semana he estado en Motril y Ugíjar, en la sierra de la Alpujarra granadina. Ha sido un viaje tan intenso en emociones y experiencias que no sé por dónde empezar mi crónica. Creo que me va a llevar tiempo ordenar mis ideas. De hecho, he tardado mucho en escribir esta crónica.

En esta ocasión, además de tener encuentros con alumnos, los he tenido también con el profesorado lo que, naturalmente, ha dado más interés al viaje. No sólo he enseñado, también he aprendido mucho. Y eso sin olvidar a los bibliotecarios.

No he ido a hacer librofórums basados en libros concretos, como en otras ocasiones, este viaje formaba parte del Plan de Animación a la Lectura organizado por el Centro del Profesorado de Motril (Granada).

Todo empezó en el colegio de Motril, Virgen de la Cabeza, en el que, según me contaron, llevaban tiempo solicitando mi visita que, gracias al CEP, se ha hecho realidad.

La bienvenida no pudo ser más calurosa. Y no me refiero solo al recibimiento humano, me refiero a que, prácticamente todo el colegio tenía los pasillos decorados con portadas de mis libros, fotos mías, frases, y carteles. Además del photocall de la entrada, que era francamente espectacular.

¿Cómo no iba a emocionarme con semejante recepción?

Empecé con alumnos de tercero y cuarto, lo que me sirvió para ambientarme.

Por la tarde tuve la primera sesión con los profesores. Una reunión que iba a durar una hora y que se alargó hasta dos y media. Es un buen indicativo de que había muchos temar para comentar. Muchas explicaciones y muchas preguntas. La animación a la lectura sigue despertando gran expectativa.

Tuve la oportunidad de contar mi visión sobre el asunto, dejando claro que los profesores saben mejor que yo lo que hay que hacer en estos casos y que ya lo hacen. Un escritor solo puede aportar algún punto de vista más o menos interesante, pero el gran peso lo tienen ellos, que son los que más saben.

Puse de manifiesto que los libros deben despertar el interés del lector desde el principio. Esto significa que conviene proponer lecturas con buenos comienzos; y un buen comienzo, desde mi punto de vista, es aquel que plantea la historia de un personaje que tiene un deseo que no puede resolver. Esto es: un personaje con problema o con un gran deseo.

El protagonista debe aparecer desde el principio para que el lector pueda identificarse con él.

Por supuesto, esto no significa que los libros que empiecen de otra manera, con descripciones o recuerdos, no sean buenos; solo significa que algunos lectores se adentran mejor en un libro si se solidarizan con el problema del protagoniza y van con él de la mano desde el comienzo.

El segundo día tuve encuentros con chicos de cuarto, quinto y sexto.

El salón estaba repleto y fueron sesiones muy interesantes por la cantidad de preguntas relacionadas con las obras mías más adecuadas para su edad: La trilogía de El Libro Invisible y otros.

Tuve una pizarra en el escenario (cortesía de Juanjo), que me sirvió de apoyo para entrar en ciertos detalles y me permitió usar a algunos niños para hacer varios dibujos relacionados con un libro que estoy escribiendo y que comenté con ellos.

Fue una mañana estupenda.

A última hora, dimos un paseo por el patio donde vi algo que me asombró: muchos niños y niñas mayores enseñaban a los más pequeños a leer. Fue como una escena de cuento, solo faltaba el lago con cisnes y hadas sobrevolando.

Después, para finalizar, algunos alumnos y alumnas me hicieron una jugosa entrevista. Consiguieron que me sintiera importante. No todos los días le entrevistan a uno tan a fondo.

continuará...