GALERÍA DE FOTOS

DE SANTIAGO

 

Siempre me ha gustado mirar por la ventana de los aviones, coches, trenes y autobuses mientras viajo.

Y si puedo, hago fotos de lo que veo.

Muchas veces descubro algo excepcional, nada cotidiano.

Esta foto me gusta por ser la primera vez que consigo retratar una ala de avión con buen foco, casi siempre salen movidas. Ese avión me llevaba a Vigo, en febrero de 2015 y el gris general de la foto está producido por las nubosidad. Me encanta el color plomizo.

 ¿Conocéis la calle del Laurel, de Logroño?

Pues es la calle que más éxito tiene gracias a sus bares, que cierran a las tantas de la madrugada y que goza de un tránsito de insaciables bebedores de vino. Yo había alquilado un apartamento en esa calle para estar tres jornadas. Fue fantástico, no me dejaron dormir hasta el amanecer. Así que, una noche, desde mi ventana, hice esta preciosa foto de recuerdo. Es increíble el efecto rejilla que produce el visillo y que da una aspecto misterioso a la calle del Laurel. Un bello recuerdo.

 

 No es un incendio, es una puesta de sol.

Fotografía tomada desde la ventanilla trasera del autobús de Navalcarnero en dirección a Madrid.

Gracias al movimiento del autobús, la foto tiene este hermoso desenfoque que acentúa la idea de que el cielo rojo y amarillo está tomado por las llamas y le da este aspecto casi fantasmagórico.

Una puesta de sol impresionante.

 Foto tomada en ARCO 2015 de una vitrina que apenas tiene algunas estanterías pero que, mediante un ingenioso sistema de espejos, da la impresión de ser una biblioteca infinita. Al añadir el reflejo del fotógrafo, parece que, además, contiene un fantasma.

Curioso efecto visual que demuestra lo fácil que es engañar al ojo... y a la mente...

 A través de la ventanilla del autobús 19, en la plaza de Cataluña, de Madrid.

El aspecto tenebroso de un árbol con las ramas desnudas, sin hojas, recortando el cielo en pedacitos.

 Foto tomada en el autobús 52, de Madrid, en un día de lluvia. El cristal mojado provoca un efecto que aumenta y descompone las luces hasta el punto de distorsionarlas. La imagen del motorista se desdibuja en la oscuridad y parece rodeado de brillos de colores.

Parece un objeto de lujo, pero es el pulsador del baño del MUSEO ABC DE ILUSTRACIÓN.
Un simple efecto de luz convierte un objeto de uso cotidiano en algo muy atractivo. 

 Espectacular imagen de las torres de la Plaza de Castilla, tomada desde el autobús que va a San Agustín de Guadalix. El techo del autobús y la gran torre se mezclan y casi parecen formar parte de la misma galaxia. Parece que la foto está tomada desde una nave espacial.

 

 

Esta inquietante fotografía está tomada en una de las sesiones literarias que organiza Fernando Marías con su espectáculo Hijos de Mary Shelley. Fue en Avilés 2015, durante el Festival Celsius.

En realidad, es una simple máscara de plástico que uno de los actores lucía mientras recitaba un texto, pero el efecto de luz y el encuadre la convierten en una imagen muy llamativa.

 

 Es una copa de vino reflejada sobre una mesa. Lo interesante es el mundo de vetas que se crea a partir de una iluminación lateral, que parece trocear la copa.

La foto está tomada en una terraza de Dos Hermanas, por la noche. El efecto es casual y la foto no está preparada.

 

Esta bicicleta forma parte de la decoración de un restaurante situado en la calle Recoletos, de Madrid. Está colgada en una pared y se usa como una lámpara. El efecto luminoso es espectacular. Me pareció una idea muy original.

 

Me llamó la atención el impresionante efecto que produce la falta de luz en algunos puntos del rótulo.

Pertenece a un hotel de Motril pero parece sacada de una película de terror. 

 

En la calle Príncipe de Vergara, de Madrid, hay algunos edificios modernos y acristalados que reflejan a sus vecinos más antiguos y los descomponen como si quisieran demostrarles su superioridad.

En el paseo de La Castellana, hay una valla publicitaria gigante colocada ante un árbol. El efecto es sobrecogedor, como se puede ver.

Iba en el autobús y tomé la foto desde mi asiento.

 

Estaba visitando un pueblo de la Alpujarra cuando me encontré con esta imagen apenas entramos a un antiguo depósito de agua. Me recordó inmediatamente a las cárceles medievales, así que la comparto con vosotros.

 

Lo vi desde la ventanilla del autobús, cuando se detuvo en un semáforo. Apenas tuve tiempo de sacar al cámara para hace una foto única ya que arrancó enseguida. Me pareció tan bonito que no pude resistirme. Un verdadero cuadro.

 

La sombra del dragón. La sombra caprichosa de un árbol, en la calle López de Hoyos, me llamó la atención apenas la vi. A eso, en publicidad, lo llaman "publicidad subliminal".