ARTURO EN LA EDAD MEDIA

I 

EL REINO DE LOS SUEÑOS

LIBRO PRIMERO
LA FUNDACIÓN

 

I - ARQUIMAES, EL SABIO DE LOS SABIOS

El conde Morfidio, al mando de veinte soldados, entra en el pueblecito de Drácamont y asalta la torre de Arquimaes, el sabio protegido por el rey Benicius. Depués de exigirle la fórmula de la inmortalidad, se enfrenta con Arturo, un joven ayudante recién llegado, al que hiere gravemente.

Después de quemar el torreón, se lleva a Arturo malherido y a Arquimaes a su castillo con la intención de conseguir la fórmula.

Pero no cuenta con Escorpio, un espía de Benicius, que lo ha visto todo.

Arturo aparece por primera vez en la laboratorio de Arquimaes, el alquimista, situado en una torre del pueblecito de Drácamont, enclavado en las tierras del rey Benicius, protector de Arquimaes. 

Tiene catorce años y nadie sabe de dónde viene. Parece que se presentó ante Arquimaes y le ofreció sus servicios como ayudante personal.  

Arturo es un enigma. Nadie conoce su procedencia y él no suele hablar de su pasado. De hecho, da la impresión de que lo tiene olvidado o no lo quiere recordar. No tiene amigos, ni familia, ni pasado... 

Su vida toma un giro importante cuando, a raíz de una grave herida mortal propinada por el taimado conde Morfidio, acaba moribundo en un oscuro calabozo. Allí, Arquimaes le colma de atenciones y consigue mantenerle vivo usando sus conocimientos alquímicos.

"Hubiera sido mejor para ti no haberme conocido. No debí aceptarte como ayudante. La alquimia es peligrosa en estos tiempos", murmura Arquimaes, mientras le da un soplo de vida.

 

III - LA PROTECCIÓN DEL CONDE

Morfidio interroga a Arquimae sy le apremia para que le entregue la fórmula de la inmortalidad. A pesar de las amenazas, el alquimista se niega.

Más  tarde, en la celda, asegura a Arturo, moribundo, que no se rendirá ante la presión del conde.

 

V - HERIDAS PROFUNDAS, HERIDAS MORTALES

Mientras Arturo y Arquimaes resisten la presión de Morfidio, Escorpio informa al rey Benicius de los sucedido en el torreón.

Morfidio empieza a comprender que le va a costar trabajo conseguir lo que quiere.

VII - JURAMENTO CUMPLIDO

Al día siguiente, Morfidio baja a visitar a sus prisioneros, convencido de que estarán al borde de la rendición, pero se encuentra con un Arturo totalmente restablecido.

Para él, la cosa está clara: Arquimaes ha usado sus poderes de inmortalidad.

 

IX - UN EJÉRCITO PARA LIBERAR A UN SABIO

Morfidio recibe una misiva de Benicius. O entrega a Arquimaes o asaltará el castillo.

Arquimaes informa Arturo de lo que se avecina.

 

XI - EL ASEDIO

El ejército de Benicius asedia la fortaleza de Morfidio. El conde se lo enseña a Arquimaes y le responsabiliza de la guerra que se avecina y le invita a entregarle la fórmula para evitar una masacre inútil, pero el alquimista se niega.

Benicius, que ha recibido la negativa de Morfidio, ordena a sus hombres que busquen a Herejio, un hechicero que domina el poder del fuego. Sus hombres se niegan pero Escorpio apoya la idea y aprovecha para jurar fidelidad a Benicius.

 

XIII - EL PODER DE HEREJIO

Reynaldo, el alférez de Benicius va en busca de Herejio, que tiene su laboratorio en una cueva y lo trae a su presencia.

 

XV - LA PROMESA DE CROMELL

Herejio se presenta ante Benicius.

Morfidio apremia a Arquimaes, que sigue negándose a colaborar.

Morfidio examina los libros y pergaminos traídos de la torre, pero no encuentran nada.

 

XVII - EL FUEGO DE HEREJIO

El mago Herejio lanza una bola de fuego contra el castillo de Morfidio.

Durante el asedio del castillo del conde Morfidio, Arturo cae envuelto en llamas. Cuando todos creen que ha muerto, Arquimaes descubre su gran secreto: Arturo tiene el cuerpo cubierto de letras. Unas letras que Arturo niega haber visto anteriormente. Es como si acabara de nacer en un nuevo cuerpo. Es como si empezara una nueva vida. Todo indica que Arturo sufre una grave pérdida de memoria... o que se niega a reconocer la realidad...

Arquimaes identifica la tinta mágica y asegura que tiene poderes.

Arturo se viste de caballero y se lanza contra una gran bola de fuego que el hechicero Herejio lanza contra el castillo y, ante el asombro de todos, la hace añicos. Pero sale ileso del lance y, por primera vez, el poder de las letras ha funcionado bajo su voluntad.  Las letras le han protegido y le han salvado la vida.
 

XXI - EL ASALTO FINAL

Benicius dirige el ataque final y pone todas su fuerzas en marcha.

Mientras, Arturo está debilitado en un camastro, en el calabozo, dispuesto a salir de nuevo para impedir una masacre.

Por fin, las fuerzas de Benicius entran en el castillo, Los hombres de Morfidio se rinden y empieza el saqueo.

 

LIBRO SEGUNDO
EL MATADOR DE DRAGONES

1 - MUERTE ACECHA

Después de una dura batalla, las fuerzas de Benicius conquistan el castillo y Arturo y Arquimaes, son sacados de la fortaleza por un túnel secreto. El conde Morfidio, su capitán de confianza y un reducido número de fieles, huyen hacia las tierras de Demónicus. Morfidio tiene un plan para apoderarse de la fórmula de la inmortalidad creada por Arquimaes. 

A pesar de los rumores sobre la muerte de la reina Émedi, Reynaldo, el hombre confianza de Benicius, asegura que está viva y propone entregarla a Demónicus a cambio de Arquimaes. Pero Benicius se niega. Deciden entregar a Herejio. 

Después de un duro viaje que cuesta muchas vidas, la expedición llega a la fortaleza de Demónicus. Arturo, Arquimaes y Morfididio, junto a sus acompañantes, son arrojados a los calabozos donde son maltratados.

Pocos días después, Demónicus los recibe y les interroga. Propone a Arturo que le cuente todo lo que sabe sobre la fórmula de la inmortalidad, pero  éste se niega y es llevado de nuevo a los calabozos. Los soldados que les acompañan son ejecutados.

 

VII - LA PRINCESA OSCURA

Casi convencido de que va a morir, Arturo agradece a Arquimaes haberle aceptado como ayudante.

Un día, la princesa Alexia, hija de Demónicus, pide a Arturo explicaciones sobre las extrañas letras que cubren su cuerpo.

Por primera vez, reconoce que nació con ellas:

-No soy mago, ni hechicero, ni alquimista... Solo soy un viajero... -añade-. Aparecí por casualidad en la torre de Arquimaes y me convertí en su ayudante.

Pero Alexia no se contenta con esas respuestas tan ambiguas, quiere saber el significado de las letras que, según piensa, tienen poderes relacionados con la inmortalidad.

La princesa, que cuenta con el  permiso de su padre para inspeccionar la piel de Arturo, ordena a Rías que las descifre.

Rías opina que las letras están hechas por la mano de Arquimaes, al que considera buen calígrafo. Asegura que las letras están pegadas al cuerpo, pero no han sido escritas directamente sobre la piel.

 

IX - LAS LETRAS DE ARTURO

Arturo vuelve a su calabozo donde se encuentra con un Arquimaes derrotado a causa de la torturas a las que ha sido sometido.

A pesar de su debilidad, el alquimista le pide que no renuncie, que se mantenga firme y que no hable.

Por fin, es llevado a una sala de interrogatorios donde Rías, el lector de signos y la princesa Alexia le esperan para arrancarle todos sus secretos. Ella le ofrece de nuevo la oportunidad de hablar, pero Arturo se niega.

Rias le examina a fondo, produciéndole terribles dolores.

Entonces, ocurre algo sorprendente: Rías es atacado... ¡por las letras mágicas que se han despegado del cuerpo de Arturo!

Alexia, aterrorizada, se somete a Arturo, al que considera un gran hechicero.

Arturo la hace prisionera y la usa como rehén para liberar a Arquimaes, que está destrozado en su celda.

 

XI - EN BUSCA DE LA LIBERTAD

Arquimaes, una vez liberado, se une a Arturo y, junto a Alexia, recorren las calles de la ciudad, acosados por los soldados, hasta que consiguen salir a campo abierto.

Demónicus trata de saber qué ha pasado y castiga a los soldados que tenían la orden de proteger a la princesa. También le pide a Rías que encuentre un significado a las pocas letras que ha conseguido plasmar en un pergamino.

Por otra parte, el conde Morfidio se ofrece para ayudar a recuperar a Alexia y detener a los dos fugitivos. A pesar de la oposición de Demónicus, le permite acompañar a Waldo y a sus hombres. Morfidio asegura que irán a pedir asilo a la reina Émedi.

Escorpio, el espía de Benicius, que ha venido para entrevistarse con Demónicus, lo ha escuchado todo.

Mientras, Arquimaes ha propuesto a Arturo ir al castillo de la reina Émedi, a la que reconoce haber conocido años atrás.

Sin embargo, nadie sabe si la reina está viva.

 

XIII - EL MATADOR DE DRAGONES

Durante su huida, se topan con un dragón enviado por Demónicus, que les ataca. Arturo le dispara una flecha, pero apenas consigue dañarle. Entonces, Arquimaes le recomienda que use su gran poder. Incluso Alexia, que teme por su vida, se lo sugiere.

Entonces, Arturo se deshace de su ropa y lanza su ejército de letras contra el salvaje animal que está a punto de embestirle. De esta manera, las letras forman una poderosa barrera contra la que el dragón se estrella fatalmente.

Arturo, que estaba en trance,  tarda en recuperarse de la conmoción y Arquimaes y Alexia deben explicarle lo que ha pasado.

Ese día se gana el derecho a disfrutar del apellido Adragón.

 

XV - ENTRANDO EN EL INFIERNO

Arquimaes propone cruzar por el bosque de Amórica para evitar a sus seguidores. No obstante, el bosque está lleno de proscritos.

Mientras, Morfidio apremia a Oswald para que corra un poco más. Pero Este no está dispuesto a forzar la marcha. Sabe que el dragón enviado por Demónicus hará su trabajo.

Después de comprar comida a unos trashumantes que les informan de que la región está llena de cazadores que buscan a los que han secuestrado a Alexia, los dos amigos deciden separarse y se citan en Ambrosia dentro de tres días. Arquimaes irá solo y Alexia acompañará a Arturo.

Los hombres de Oswald  encuentran los restos del dragón, pero no saben cómo ha podido ser abatido. Morfidio indica a Oswald que les conviene pasar por Ambrosia, que está de camino hacia Emedia.

 

XVII - BOSQUE DE PROSCRITOS

Arturo y Alexia se internan en el bosque de Amórica. A pesar de sus precauciones, algunos bandidos se abaten sobre ellos y les hacen prisioneros.

Son llevados al campamento comandado por Forester y allí sometidos a vejaciones. Desnudan a Arturo y las letras llaman la atención de Forester y de su hijo Crispín.

Lo ponen en manos de Górgula, la hechicera del campamento que sentencia a muerte a Arturo y pide que le lleven a su casucha.

Mientras, a muchos kilómetros de allí, Arquimaes se esconde en una cueva para recuperar fuerzas.

 

XIX - LA REBELIÓN DE LAS LETRAS

Atan a Arturo a una mesa y le dejan solo con Górgula, que está dispuesta a arrancarle piel para vendérsela a Demónicus.

Entonces, las letras agarran a Górgula y la elevan hasta más arriba de los árboles... y la dejan caer. La alarma cunde y todos acuden en ayuda de la hechicera. Crispín y Alexia consiguen liberar a Arturo.

A pesar de que quieren ejecutarlo, Alexia les convence de que es mejor dejarles marchar para evitar la furia de las letras mágicas.

Alexia y Arturo salen del campamento, pero Crispín se les une.

Dos días después, se encuentran con Arquimaes en un cruce de caminos que lleva a Ambrosia.

 

XXI - EL SUEÑO DE ARQUIMAES

Esa noche, los cuatro compañeros, se protegen de la nieve en una cueva.

Arquimaes sigue con su plan de pasar por Ambrosia y seguir hasta Emedia. Les recuerda que conoció a la reina Émedi años atrás, pero no sabe si se acordará de él.

En la soledad de la noche, Arquimaes se confiesa a Arturo y le cuenta su vida y sus sueños de futuro: ¡Quiere crear un reino de justicia que se llamará Arquimia y él será el rey!

Crispín confiesa que sueña con ser caballero.

Arquimaes anuncia que Arturo será el primer caballero de su reino. Hace mención al hombre que le enseñó la práctica de la alquimia: Arquitamius.

Al día siguiente, Arquimaes le cuenta a Arturo que, en el sótano de la torre de Drácamont, hay un cofre con dibujos. Si le ocurre algo, debe ir en busca del cofre.

 

 

 LIBRO TERCERO
LOS PODERES DEL MAL

I - LA ABADÍA DEL FIN DEL MUNDO

Por fin, después de un duro viaje, los cuatro compañeros llegan a Ambrosia, que está en un valle nevado y gélido. La abadía se dedica a escribir y a copiar libros que los reyes les encargan. Alexia explica su hacia los libros, que consideran nocivos.

Arquimaes debe usar sus poderes, que ha prometido no usar, para abrir el principal. Una vez dentro, son atendidos por los monjes. Arquimaes se encuentra con uno de sus hermano pequeño. conocido como hermano Hierba, que le lleva a ver a su hermano mayor, Tránsito.

Mientras, Oswald y sus hombres, aconsejados por el conde Morfidio, entran en el nevado valle.

 

III - REENCUENTRO DE HERMANOS

Arturo y Arquimaes se encuentran con Tránsito. Este no recibe bien al alquimista, al que llama Ático, seguramente su nombre de cuando era monje, y le reprocha haber abandonado los hábitos de monje. Le recuerda también que se marchó su hermano Épico. Arquimaes confiesa que ha muerto, lo que enfurece a Tránsito y le niega la ayuda que éste le pide.

Alexia está a punto de contar cómo mató un dragón a los monjes de la cocina, pero Arturo no se lo permite, teme que le confundan con un hechicero. Entonces, Alexia reta a Arturo y ambos se enzarzan en una lucha de espadas. Los dos miden sus fuerzas.

Arquimaes le promete a Tránsito que se marcharán al día siguiente.

 

V - CONDE CONTRA CABALLERO

El hermano Pliego le pide a Arquimaes que se quede y retome su antigua actividad de calígrafo, pero el alquimista no acepta la invitación.

Oswald, Morfidio y sus hombres entran a sangre y fuego en la Ambrosia.

Arquimaes incita a Arturo para que use sus poderes y se enfrente a los asaltantes. El chico, armado con una espada que Crispín le entrega, se opone a los soldados, manejando el arma con gran habilidad.

Morfidio le reta y ambos se enzarzan en una lucha. Arturo es herido en una pierna. Durante la pelea, los dos contendientes entran en una edificación y se meten hasta el fondo, Después, descienden unas escaleras que le lleva a una zona profunda.

 

VII - LA CUEVA NEGRA

Golpe a golpe, los dos combatientes acaban en una cueva que tiene un riachuelo y está compuesta de rocas negras. Al final, Arturo mata a Morfidio de un espadazo.

Crispín entra y le advierte de que Oswald se ha llevado a Alexia.

Arturo, Arquimas y Crispín parten en su busca, perseguidos por las maldiciones de Tránsito, que responsabiliza al alquimista de las muertas y del incendio de Ambrosia.

Mientras, en el fondo de la cueva, Morfidio recupera la vida y sale de la cueva. Aprovecha la confusión para matar a hermano Hierba, el hermano menor de Arquimaes y se pone su hábito. Con una mula por montura, sale esa noche del monasterio sin que nadie le vea.

Al día siguiente, descubren el cadáver de hermano Hierba y tránsito maldice nuevamente a Arquimaes.

 

IX - MANJAR DE BUITRES

Dos días después, Arturo, Crispín y Arquimaes divisan a los hombres de Oswald. Preparan un plan de ataque para rescatar a la princesa.

Mientras, Escorpio rinde cuentas a su señor, el rey Benicius, de su entrevista con Demónicus. El hechicero se dispone a conquistar a todas las tierras conocidas, sin embargo, está dispuesto a respetar la independencia de Benicius si éste le entrega a Herejio, con el que tiene cuentas pendientes. Benicius accede y Escorpio considera que ha dado un buen paso hacia la usurpación del trono de su señor.

Arturo y Cripsín atacan la retaguardia de Oswald y consiguen que se reagrupen. Después, Arturo pide a Oswald que le deje hablar a la princesa. Cuando Alexia se separa del grupo. Arquimaes da órdenes a las letras que eliminan a todos los hombres de Oswald. De esta manera, recuperan a la princesa.

 

XI - RETORNO AL CASTILLO DEL REY

Los cuatro compañeros se encuentran con caravanas de gente que abandona sus tierras asoladas por las feroces bestias voladoras, dirigiéndose al castillo de Benicius, en busca de protección. 

Se unen a estos exiliados y llegan al castillo de Benicius, donde Arquimaes supone que encontrarán ayuda ya que, según dice, salvó de la lepra años atrás al rey.

A muchos kilómetros, Vístor y su hombres encuentran los caballos de Oswald y sus hombres, que han vuelto. Vístor teme tener que darle la noticia a Demónicus. 

Cuando entran en el castillo, de Benicius, ven que hay mucha actividad: se están preparando para la guerra. Piden audiencia con el monarca que, encantado, les recibe con los brazos abiertos. Encierra a Alexia y da alojamiento a los tres hombres. Benicius les ha asegurado que se pondrá del lado de la reina Émedi.

 

XIII - LA TRAICIÓN DEL DEY

Escorpio convence a Benicius para que encierre a Alexia en un lugar secreto y no le cuente a Demónicus que la tiene en su poder.

El conde Morfidio, enloquecido y embrutecido, llega a una taberna en la que cuenta, a cambio de comida, historias a los clientes. En el rtanscurso de una discusión, mata a tres individuos, lo que le obliga a huir. Sabe que es inmortal y ha perdido el miedo a todo. Está descontrolado.

Arturo. Crispín y Arquimaes se dan cuenta de que sus armas no están en sus habitaciones. Benicius llama a Arquimaes para que le cuente el secreto de la inmortalidad. Arquimaes sospecha de sus malas intenciones.

 

XV - NUEVOS RENCORES

Arquimaes se entrevista con Benicius, que le da la oportunidad de escribir la fórmula de la inmortalidad a cambio de conservar la vida y de la libertad de Arturo y Crispín. Añade que se queda con Alexia y que no habrá pacto con la reina Émedi.

Demónicus monta en cólera cuando le informan de la muerte de Oswald y sus hombres. Ejecuta al mensajero y se sume en la desesperación. No sabe qué hacer para recuperar a su hija.

Arturo provoca a los guardianes para que le ataquen y tener la ocasión de usar el poder de las letras que, como él mismo asegura, hacen lo que quieren y solo actúan cuando está en peligro.

Demónicus recibe la inesperada visita de Tránsito, que se pone a su servicio. El monje está deseoso de venganza y quiere aniquilar a su hermano, Arquimaes.

 

XVII - LAS TABLAS DE ARQUIMAES

Arquimaes escribe una fórmula en el pergamino y se la entrega a Benicius, que le anuncia que piensa ejecutarle y que proyecta casarse con la reina Émedi, lo que enfurece al alquimista que le advierte que no intente acercarse a ella.

Arquimaes le dice que no puede estar seguro de que la fórmula sea cierta, a lo que Benucius responde que le da lo mismo, con un texto escrito con su puño y letra que incluye su firma, tiene suficiente. Además, le anuncia que Crispín y Arturo han huido.

Mientras, Arturo y y Crispín llegan a los restos del torreón de Dracamont y localizan el baúl que contiene los dibujos de Arquimaes.

Por otro lado, Alexia usa sus poderes de levitación para escapar.

Arquimaes, que trata de poner su alma en paz, recordando su infancia, siente la fuerza de la hechicería, pero no sabe que se trata de Alexia, a la que supone muy lejos.

 

XIX - SUEÑOS DE PERGAMINO

Arturo y Crispín intentan descifrar los 25 dibujos de Arquimaes y piensan en rescatar a Arquimaes, cuando tres hombres les interrumpen. Son bandidos que pretenden entregarlos a Benicius para conseguir una recompensa. Pero Arturo hace uso de las letras y los tres hombres son eliminados.

Mientras, Alexia consigue salir del pozo. Apresa a un vigilante que le dice que Arturo y Crispín han . Alexia se enfurece al ver que Arturo la ha abandonado.

 

XXI - JAQUE AL REY

Arturo y Crispín entran en el castillo de Benicius, mezclados entre el público que va a asistir a la ejecución de Arquimaes.

No saben que, en ese momento, Alexia mantiene prisionero a Benicius en su habitación. Le obliga a liberar a Arquimaes, al que piensa entregar a su padre, Demónicus.

Reynaldo, un oficial de Benicius, anuncia que la ejecución se ha suspendido. La gente se enerva y exige ver a Arquimaes para aniquilarlo. No quieren hechiceros en sus tierras. Se rebelan contra los soldados y se entabla una pelea.

Benicius, que lo observa todo desde la ventana, culpabiliza a Arquimaes. Alexia, indignada, convierte al monarca en un cerdo. 

 

 

 LIBRO CUARTO
EL PODER DEL DRAGÓN

 I - EL CABALLO DE TROYA

Arturo y Crispín escapan del castillo de Benicius. Están preocupados por Arquimaes, cuya ejecución ha sido aplazada. Temen por su vida, pero después de debatirlo, llegan a la conclusión de que podría estar vivo, en cuyo caso, se dirigiría al castillo de la reina Émedi. Así que se dirigen hacía allí.

Alexia y Arquimaes negocian su libertad con el caballero Reynaldo, que se ha erigido en monarca después de la "desaparición" de Benicius. Acuerdan que les escoltarán a ambos hasta el castillo la reina Émedi.

Mientras, los campesinos, se organizan para seguir la lucha, deseosos de acabar con le monarca, sea quien sea. En una reunión, aparece un monje encapuchado llamado Frómodi, aunque alguien le identifica como Morfidio. Un cabecilla llamado Royman, le mira con desconfianza, pero acepta su ayuda ya que le ve preparado para afrontar un batalla.

Durante el viaje, Alexia se separa de Arquimaes mientras este duerme. Se dirige al castillo de su padre, Demónicus.

 

III - EL CORAZÓN DE LA REINA

Émedi observa desde la torre de su castillo la llegada de Arquimaes. Su corazón se llena de alegría y recuerda tiempos pasados. Quiere escuchar la voz que le había salvado la vida. Esa noche van a cenar juntos. La reina se acicala, ilusionada de reencontrarse con el alquimista.

Arturo se baña en un río y, cuando Crispín le interroga,  Arturo vuelve a negarlo todo sobre las letras. "No sé cómo aparecieron sobre mi cuerpo", dice.

Después, Arturo entra en trance y las letras se despegan de su cuerpo y forman una palabra misteriosa: Onirax.

Cuando despierta, Arturo no entiende lo que ha pasado ni conoce el significado del mensaje. Cree que puede ser un mensaje enviado por Arquimaes.

Morfidio organiza el ataque del castillo y propone que el próximo rey sea Royman. Los campesinos se animan a atacar.

En su primera entrevista, Arquimaes pide asilo y protección a Émedi, que se lo da encantada. Él le propone que se una con otros reinos y formen una alianza contra Demónicus, pero ella no acepta.

Arquimaes recuerda que la ayudó a convertirse en reina, cuando su padre murió y hubo una conspiración para quitarle la corona.

 

V - SALVANDO A UNA BRUJA

Arturo y Crispín se adentran en ciudad en la que hay mucho barullo. Se enteran de que van a quemar a una bruja en la plaza. Se acercan a la plaza y descubren que se trata de Alexia. Arturo se quita la camisa y pide a las letras que le ayuden, que se conviertan en sus alas.

Poco después, sobrevuela la plaza, esquivando flechas, y consigue liberar a Alexia justo cuando la pira se acaba de encender. Aprovechando la confusión, Crispín roba un caballo y escapa. Después, La princesa le explica a Arturo que ella le envió el mensaje, aunque no era Orinax, sino Raniox.

Morfidio consigue que los campesinos se infiltren en el castillo y se hagan con él. Durante la batalla Royman recibe un accidental flechazo y Morfidio asume el mando hasta que se elija a otro rey. Reynaldo queda eliminado.

 

VII - LA FLECHA ENVENENADA

Arturo y Alexia se detienen en un bosque, donde descubren que Arturo tiene una flecha clavada en la espalda. Alexia le cura pero la herida es grave y la fiebre sube mucho. La flecha estaba envenenada y la infección se extiende.

Mientras ella invoca a los dioses, él delira y nombra a Metáfora, una chica con la que sueña. Más tarde, habla de un polvo negro mágico que hay en un cueva. Mientras duerme. Alexia revisa los dibujos que Arturo lleva en la bolsa de cuero.

Émedi y Arquimaes han organizado una reunión de reyes para aliarse con ellos. Hablan de un jefe que dirija el ejército de aliados. Émedi cree que le oculta algo, pero Arquimaes no dice nada.

 

IX - LA BRUJA Y EL CABALLERO

Arturo se recupera y Alexia le dice que van a unirse a su padre, Demónicus, para luchar contra sus enemigos, entre los que se encuentra la reina Émedi. Ha olvidado por completo a Metáfora, pero se niega a dar explicaciones sobre el polvo negro de la cueva. Ella le dice que revocará el compromiso que tiene con Ratala y que se van a casar. Parece que Arturo ha perdido la voluntad y obedece ciegamente.

Crispín se pone al servicio del tabernero Mancuso hasta que conoce a unos caballeros que le hablan de un alquimista que ha enamorado a Émedi. Convencido de que se trata de Arquimaes, se marcha con ellos, que se dirigen hacia Emedia.

Un grupo de hombres de Demónicus encuentran a Arturo y Alexia. Escorpio, que huyó del castillo de Benicius cuando las cosas se complicaron,  va con ellos, no dice que fue él el que recomendó encerrar a a Alexia en el pozo.

 

XI -  UN HIJO PARA EL MAGO TENEBROSO

Arturo está agotado y llega inconsciente al palacio demoniquiano.

Alexia convence a su padre de que Arturo puede ser un buen aliado. le habla de sus poderes y de l recuerda que le ha salvado la vida: "Nadie sabe de dónde procede y él apenas cuenta cosas. Es como si viniera de un mundo lejano que ni él mismo conoce. Es algo especial", le explica.

Morfidio está a punto de coronarse rey cuando una delegación de campesinos viene a recordarle que el poder es del pueblo. Enfurecido, los mata a todos y celebra la ceremonia de coronación. Nace el rey Frómodi entre el silencio y el temor de sus súbditos. Está obsesionado con Arturo, al que jura matar.


 

XIII - EL ESCLAVO DE LA HECHICERA

Dos semanas después, Arturo empieza a recuperarse, convencido de que Alexia es la dueña de su alma y de su corazón y de que él es su esclavo. Ella le convence, además, de que es un caballero y de que debe seguir tomando la medicina. También quiere que le ayude a descifrar los dibujos de Arquimaes.

Cuando están con Demónicus, llega Ratala, muy agresivo y enfadado, exigiendo casarse con Alexia, con la que está prometido. Ella se niega y reta a un duelo a muerte a Arturo. Demónicus lo permite y se organiza un duelo sobre dragones que se celebrará en breve.

Tránsito lo observa todo y piensa que le ha llegado la oportunidad de vengarse de Arquimaes.


 

XV- DESCIFRANDO DIBUJOS

A pesar de que Arturo no desea tomar la medicina, Alexia le insiste y él sigue dócilmente el tratamiento.

Alexia y Demónicus le piden a Arturo que les cuente el significado de los dibujos, pero su mente está muy debilitada y apenas recuerda nada. Por fin, Arturo confiesa que esos dibujos representan sueños y pesadillas pero no puede asegurar que estén realizados con la misma tinta de las letras que cubren su cuerpo y tampoco sabe si han sido ejecutados por al misma mano. Aunque confiesa que ha podido tener los mismos sueños. Ni siquiera recuerda cuándo nació, ni tiene recuerdos de familia o amigos. Incluso le tienen que recordar que su no apellido, Adragón, se le inventaron ella y Arquimaes el día que mató al dragón, hecho que tampoco recuerda.

A duras penas, rememora que estuvo mucho tiempo encerrado en algún sitio. Únicamente logra identificar a Metáfora como una chica que baila en una fiesta, según los dibujos.


 

XVII - EL MUNDO DE DEMÓNICUS

Alexia rebaja la dosis de la medicina de la docilidad y Arturo empieza a ser más autónomo en sus pensamientos.

Ella le pide que elija un dragón para luchar contra Ratala, pero Arturo se niega; Alexia, enfurecida, le propina una bofetada y le pide que luche para ganarse el derecho a casarse con ella.

La princesa intenta animarle y le promete poderes increíbles, pero Arturo no reacciona y sigue en su nebulosos mundo de sumisión e inocencia.

Ambos visitan la torre de Demónicus, donde Arturo descubre los horrores que encierra. Quinto, el jefe de los pretorianos les acompaña y les proteges de los animales junto a sus soldados.

Arturo asiste a hechos horribles que le revuelven el estómago... Un nido de pequeños dragones que devoran seres humanos... y seres humanos que se están transformando en animales...

Alexia, que le ve dubitativo, le dice que será un gran rey y un perfecto hechicero. pero algo se está rebelando en el interior de Arturo.


 

XIX - LA AMENAZA DE ARTURO

Demónicus les invita a visitar su laboratorio para que asistan el especial experimento que está llevando a cabo. Herejio, el mago que creó la bola de fuego arrojada contra el castillo de Morfidio, está sometido a terribles torturas. Arturo se siente cada vez más indignado. Cuando se rebela ante tanta indignidad, Alexia intenta darle una nueva ración de la medicina de la obediencia, pero Arturo, que ha llegado a su límite, se niega.

Se produce  un enfrentamiento en el que Arturo hiere a Demónicus. Alexia está sorprendida y espantada de la reacción de Arturo. Entonces, el joven ataca directamente a Demónicus arrojándole brasas encendidas que dejan al Gran Mago con el cuerpo y la cara quemados. A continuación, Arturo monta un dragón y huye de la tierras demoniquianas, dejando a Alexia sumida en la desesperación.


 

XXI - ARQUIMAES, ÉMEDI Y ARTURO

Arturo recuerda que Alexia le dijo que Arquimaes estaba en el castillo de la reina Émedi y se dirige hacia allí. Después de un viaje agotador, el dragón cae exhausto y muere justo al llegar. 

Una patrulla de soldados emedianos viene a detener a Arturo, pero él les convence de que es amigo de Arquimaes y pide que le llevan a su presencia.

Mientras, Morfidio/Frómodi se emborracha sin cesar mientras trama su venganza contra Arturo y Arquimaes, a los que considera culpables de todos sus problemas y de haberle provocado la locura que padece. Está embrutecido e insiste en matar a sus hombres, que le odian cada día más. No deja de pensar en la cueva del polvo negro, donde se hizo inmortal.

Arquimes, Arturo y Émedi dialogan y planean serenamente el futuro. Han decidido crear un reino de justicia en el que Arturo será el paladín más relevante. Han enviado mensajes a otros reyes para que se unan a ellos en la guerra que se avecina.


 

LIBRO QUINTO

EL REINO DE ARQUIMIA

 


I - AMENAZA DE GUERRA

 

 

Ratala se acerca al castillo emediano para exigir que le entreguen a Arturo, pero la reine Émedi se niega. Ratala advierte de que esta negativa significa la guerra.

Alexia cuida a su padre mientras su odio hacia Arturo crece imparable. Demónicus le exige que lo mate y ella se lo promete, pero el Gran Mago no cree en su palabra; sabe que le ama demasiado.

Mientras, Émedi se reúne con sus oficiales para informarles de la amenaza demoniquiana. Se saben débiles, tienen pocos hombres, pero juran que resistirán.

Escorpio visita a Frómodi para ofrecerle sus servicios. Le informa de que Arturo y Arquimaes están en el castillo emediano. Ante esta noticia, Morfidio decide unirse a Demónicus... Pero Escorpio tiene otros planes...

Arturo, Crispín y Arquimaes, se despiden de Émedi antes de partir a una misión secreta. Le aseguran que volverán antes de que lleguen las tropas demoniquianas. La reina ve cómo se alejan.


 

III - REGRESO A AMBROSIA

Arturo, Crispín y Arquimaes llegan a la destruida abadía de Ambrosia. Muchos campesinos se han instalado entre sus ruinas. Después de un breve incidente con unos bandoleros, descubren un muro en el que Tránsito ha escrito un mensaje de odio y venganza contra su hermano Arquimaes, que parte el corazón del alquimista.

 

IV - POLVO NEGRO

Esa noche, Arturo, Crispín y Arquimaes desescombran la puerta y entran en el sótano que lleva a la cueva del riachuelo.

Crispín se queda vigilando mientras el alquimista y su ayudante descienden. Arturo se sorprende de no ver el cuerpo de Morfidio, pero Arquimaes deduce que podría estar vivo ya que Arturo le confirma que, antes de morir, metió los pies en el agua. Además, el alquimista sospecha que podría tratarse de ese neuvo rey que ha sustituido a Benicius, un tal Frómodi.

Arquimaes llena una bolsa de polvo negro que le servirá para crear el Ejército Negro. Revela que necesita el polvo para elaborar tinta con poderes mágicos.

El alquimista reconoce que escribió las letras que Arturo tiene sobre el cuerpo, aunque no recuerda cuando lo hizo. Añade que la llegada de Arturo en la torre de Drácamont no fue casual. "Has venido para dirigir el Ejército Negro", le dice.

Pero Arturo no puede recordar nada de su vida que sea anterior a su aparición en el torreón, la noche de la llegada de Morifidio. Solo sabe que llegó unas horas antes...

Salen de la cueva y tapian la puerta del sótano. Después, reemprenden el viaje de vuelta a Emedia. Cuando llegan, ven que los demoniquianos aún no han llegado, pero Arquimaes reconoce que tienen mucho trabajo que hacer.

 

VII - LA ESPADA ALQUÍMICA

Émedi nombra caballero y jefe del Ejército Negro a Arturo.

Arquimaes le entrega la espada alquímica, forjada especialmente para él. con inscripciones en la hoja, hechas por el propio alquimista, con tinta mágica. Una espada que simboliza la justicia.

Mientras, el ejército demoniquiano se acerca a marchas forzadas. Los exploradores emedianos anuncian su inminente llegada.

Demónicus sufre terribles dolores en su carroza. Supura pus negro y nadie sabe de dónde procede tanto dolor. Alexia recuerda cosas y se pregunta si la tinta del cuerpo de Arturo ha podido envenenar a su padre.

Los dieciocho monjes sobrevivientes de Ambrosia, prestan atención a las indicaciones de Arquimaes, que les pide que escriban según un modelo que les ha entregado, sobre las armas, escudos y armaduras de los soldados, caballeros, arqueros, lanceros del ejército emediano.


 

IX - TORNEO DE DRAGONES

Las tropas demoniquianas han llegado y se apostan ante el castillo emediano, que rebosa de campesinos que han venido en busca de protección. Los demoniquianos son veinte veces superiores a los emedianos. Incluso traen dragones de fuego.

Escorpio y Frómodi, con algunos de sus hombres, disfrazados de campesinos lo observan todo desde el bosque. Escorpio ha elaborado un plan.

Demónicus, enfermo, ha venido a dirigir la batalla. Lo dispone todo para atacar al día siguiente. Pero Ratala quiere luchar contra Arturo. Demónicus accede a cambio de que le traiga su cadáver, sobre el que se quiere vengar.

Arquimaes pide a Arturo su aprobación para hacer algo especial. Le enseña un dibujo que quiere dibujar sobre su rostro y que le distinguirá como jefe indiscutibles del Ejército Negro. Arturo accede y el alquimista dibuja el símbolo de la letra A con cabeza de dragón en el rostro de Arturo.

Arquimaes le advierte de que deberá tener un comportamiento intachable y ejemplar.


 

XI - LA REINA GUERRERA

El nuevo día recibe a Émedi vestida de guerrera, en lo alto de la torre.

Sus soldados llevan el símbolo adragoniano pintado en los escudos. La reina bendice a Arturo y besa su símbolo.

El ejército demoniquiano está listo para atacar. Inesperadamente, un dragón montado por Ratala surge del horizonte, mientras unos emisarios demoniquianos se acercan al castillo para retar a Arturo, que acepta el desafío.

Mientras Arturo se prepara, Morfidio ataca una expedición de aprovisionamiento demoniquiana y sus hombres se visten con sus ropas. Luego, se introducen en el campamento demoniquiano.

Por fin, Ratala y Arturo se enfrentan. Demónicus, excitado, quiere que su hija Alexia le acompañe, pero la princesa no aparece.

Después de un duro enfrentamiento, Arturo mata a Ratala.

En ese momento, un soldado entra en la tienda de Ratala y lo encuentra dormido, sobre una cama. Avisa a Demónicus, que teme lo peor.

 

XIII - EL ATAQUE DE LA BESTIA

Arturo quita el yelmo al cadáver de Ratala y descubre que se trata de Alexi. ¡Acaba de matarla!

Abraza su cadáver y llora de exasperación. Arquimaes y Émedi se dan cuenta de lo que ha pasdo.

Demónicus, que también se ha dado cuenta, envía una bestia mutante para que mate a Arturo. Y da la orden a su ejército para que ataque.

Émedi, que ve a Arturo demolido, monta su caballo de guerra y corre a protegerle, acompañada de sus fieles caballeros. Pero Arquimaes le pide que le deje el mando de las tropas. 

Arturo se recupera y mata a la bestia mutante. A continuación, se pone al frente del Ejército Negro. 

 

XV -  LA CÓLERA DE ARTURO

Arquimaes y sus hombres se animan al saber que Arturo se ha reincorporado a la lucha, pero los demoniquianos se alarman.

Frómodi se ha infiltrado en la batalla, en busca de Arturo.

Muchos intentan matarle, pero fracasan. Una voz recorre el campo de batalla: "Arturo es inmortal".

Informan a Demónicus de que las armas emedianas tienen magia. Entonces, envía a Ratala, al que convierte en un poderoso monstruo.

Frómodi se acerca peligrosamente a Arturo.

 

XVII - ORDEN DE RETIRADA

El Ejército Negro gana posiciones y los demoniquianos empiezan a replegarse.

Morifidio se encuentra frente a Arquimaes que, de un sablazo, le secciona el brazo derecho.

Arturo mata a Ratala y el Ejército Negro se declara vencedor. Pero las tornas cambian cuando los libros arden y pierden su poder-

Los emedianos, vencidos, se retiran y dejan el castillo en poder de Demónicus.

Morfidio ordena a Escorpio que recupere su brazo.

 

XIX - PENSANDO EN EL FUTURO

El Ejército Negro hace un descanso en su retirada. Émedi está desalentada por haberlo perdido todo, pero Arquimaes propone que se dirijan a un lugar que él conoce, donde podrán instalarse y reempezar de nuevo.

Mientras, Escorpio anuncia a Morfidio que ha recuperado su brazo y que conoce a alguien que se lo podría volver a unir, se trata de una hechicera llamada Górgula.

 

XXI - HACIA EL EXILIO 

Arturo cabalga junto al féretro de Alexia mientras nieva. Un día, aparece un mensaje en su mano: "Quiero volver a verte. te quiero". Curiosamente, se acuerda de Metáfora, la chica de sus sueños.

Arturo pregunta a Arquimaes quién es realmente. "Un caballero que impondrá un reino de justicia", responde el alquimista.

Demónicus monta en cólera cuando le informan de que su hija no aparece por ningún sitio.

Entrega a Tránsito el mando del castillo emediano y le encarga la misión de encontrar los restos de Alexia.

Una noche, Arquimaes comparte un secreto con Arturo. Va a escribir la fórmula de la inmortalidad en un pergamino que esconderán en un lugar profundo y secreto que sólo ellos conocerán. El pergamino se protegerá en una caja de seguridad inventada por el alquimista y cuya clave sólo conoce Arturo.

Arturo le confiesa que quemó los dibujos y jura devolver la vida a Alexia.

Cuando Arquimaes le cuenta a Émedi que Arturo ha prometido devolver la vida a Alexia, ella le recuerda que el alquimista también se la devolvió a ella.

Por fin, Arturo le pide a Crispín que le rape la cabeza para que no olvide la promesa que le ha hecho a Alexia.

Arquimaes le promete toda su ayuda.

 

EPÍLOGO

El Ejército Negro llega al lugar elegido por Arquimaes. Es el valle de Ambrosia. 

El mejor sitio para empezar una nueva vida.


 

FIN DE "EL REINO DE LOS SUEÑOS"

 


 

   

 

28-10-228